Hoy es año nuevo para mi. Empiezo a vivir un año nuevo y voy a celebrarlo con algo que me ha estado dando vueltas la cabeza... Espero , igual que siempre, que sea de su agrado.
¿Y que somos? Constantemente me lo pregunto mientras despierto enredada entre tus linos…
Seremos de agua y azúcar, tan precarios como los inicios de la humanidad, tentados solamente por el frágil sentido del conocimiento de lo fugitivo. Limitados a vernos en el desvestido las ansias que consumen frecuentemente lo árido de la vida. Carentes de ironías. Vengativos y despojados de ilusiones, nos sumimos por culpa y por deber en el vasto mar del erotismo. Endebles a la carne. Descarnados de alma. En fin, dos silentes en pena que se compenetran mejor cuando se invaden los cuerpos con humedad y ritmo.
Náufragos con el acceso denegado a la isla del tesoro, colados en el mapa por medio de la complacencia de la entidad. Asociados en el vicio terciado de fumarnos el aliento. Compañía por medio del sudor. Una complexión compleja que incluye con frecuencia un revoloteo extraño de brazos y piernas, saliva, lenguas, gemidos y pieles que se laceran la estructura con tal de ser parte de una sociedad. Morfología abstracta. Dejamos de vernos a los ojos y de sujetarnos los dedos hace tiempo: cumplimos las reglas. Solo somos consistentes en el mismo mito de siempre: el fanatismo a la postura. Fervorosos de una religión aun inexistente: las endorfinas. Adoradores del volumen del claroscuro perfecto que solamente de alcanza después de un buen atracón de lascivia. Violentos en medio de los arranques que provocan las luces apagadas. Delirio de una vida que aun pulula joven. Incapaces de comprometernos el ímpetu con anillos o denuedos, vamos de boca en boca causándole paroxismos al rosario y celos a las putas. Trasportados al delirio de manos de la excitación, nos afanamos con solo ver caer la ropa. Aficionados a la curvas, partidarios de la disuasión.
A veces, en medio del apetito que siento antes que empecemos a comernos, creo que hemos confundido la misión. Impávidos antes el resto de los mortales, que nos contemplan con ojos soñadores porque nos creen inclinados a la mesura. Yo, condimento de tus sábanas. Tu, plaga de mi apatía. Siempre que me encandila una de mis reflexiones, todo se remedia con tus manos arenosas que socavan el mar dentro de mi. Sal y sangre entre las coyunturas, somos menos que la reproducción del ser que tanto evitamos. Lujuria y letargo puros, éxtasis sin destilar por el recato o la condena. Espasmos en las piernas. Hondonas de delirio.
Si bien es raro, cuando despierto en medio de la noche, tu imperturbable tranquilidad suele congelarme la flama. Aunque el arrebato me es cómodo y hace todo mas sencillo, no dejo de interpelarme el seso con la necesidades de la niñez. Aunque me reconozco las llagas causadas por el incendio de tus manos, no esta de mas consultar el resto de posibilidades. Pedir cuentas, cuando lo único que podemos hacer con la lengua es abrasar las comisuras, está de mas. El cuestionamiento se concluye si nos descubrimos las cremalleras. Que mas da tanta demanda, si nos conocemos los bienestares de la forja fundida. Seremos una invención de nuestra fatiga de armar el mismo pedido. Seremos una práctica perene que concluye a momentos porque ambos terminamos. Un ejercicio mas de la mente. Un simulacro de apego, una imitación de sentimientos. Adheridos en magneto por la atracción terrena, hemos ido tantas veces mas allá de la ternura que la idolatría que nos queda es la de nuestros interiores. Gladiadores de una tendencia surgida desde el comienzo, que apacigua deudas y concluye cortejos. Tu y yo superamos los flechazos, o mas bien, los omitimos. El esmero nos incluye en el futuro, somos una buena adquisición que se engulle constantemente la visión del hedonismo. Y sin mas que decir, a veces, estamos satisfechos....
miércoles, 19 de noviembre de 2008
domingo, 9 de noviembre de 2008
El inicio de una aventura
Hace poco me di a la tarea de poner en orden los textos que he ido escribiendo durante este año. No estoy muy segura si lo hago como parte de una terapia o porque realmente tengo deseos de q trascienda y se publique... En fin, este es el inicio de una aventura. Igual que cualquier inicio, no deja de causarme un poco de temor, pero espero encotrar el cause y la fortaleza necesarios conforme mis letras tomen forma y, la gente empiece a aceptarlas y a gustarlas tanto o tan poco como yo lo hago...
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